Escrito por 12:00 am 2017, Agendas locales, MS en Excélsior

La carrera contra la inflación

por Mario Luis Fuentes

El incremento en el precio de los energéticos traerá un efecto inflacionario aún no dimensionado en todas sus implicaciones e impacto; mientras tanto, INEGI estima que entre 2015 y 2016 hubo 10 productos y servicios con incrementos anuales de entre 9% y 31%. Entre los más elevados están el frijol, los nopales y el gas doméstico natural.


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En términos coloquiales, varios economistas sostienen que la inflación es “el impuesto más caro”; su impacto es casi siempre mucho más dañino para las clases medias y para los más pobres, y su permanencia en el tiempo puede tener importantes efectos a nivel macroeconómico.

De ahí la relevancia de dar seguimiento puntual al comportamiento que tendrá este fenómeno a raíz del alza en el precio de los combustibles, de la energía eléctrica y de los diferentes impuestos y derechos que se cobran en los estados y municipios, pues, como ya ocurrió hace algunos años, su posible impacto en los precios de los alimentos puede llevar a un nuevo incremento en el número y porcentaje de personas en condiciones de pobreza o vulnerabilidad por carencia sociales o de ingresos.

La historia reciente

Desde la perspectiva señalada, la inflación anual registrada entre 2012 y 2016 ha tenido algunas variaciones: en 2012 se ubicó, de acuerdo con los Índices de Precios al Consumidor publicados por INEGI, en 3.57% anual, en 2013 creció a 3.97%, en 2014 registró su pico máximo en lo que va de esta administración, al ubicarse en 4.08%, y en 2015 se registró el nivel más bajo, con 2.13%. 

Para el año 2016 la inflación anualizada fue de 3.36%, y para 2017 se espera que el impacto del alza de los precios en este inicio de año ubique el indicador en alrededor de 4.7%, y algunos expertos señalan que en realidad podría llegar a 5% anual.

¿Cómo se mide la inflación?  

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) constituye una medida de resumen de varios componentes; es decir, se trata de un promedio del incremento de varios capítulos de consumo de las personas, los cuales tienen variaciones dependiendo de los factores relacionados con su producción, distribución y venta final.

En ese sentido, es importante destacar que el IPC se divide, por componente de gasto, en ocho capítulos: 1) Alimentos y bebidas, en el cual la inflación registrada entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016 fue de 4.31%; 2) Ropa, calzado y accesorios, en el que el incremento anual fue de 3.26%; 3) Vivienda, con 1.1% de incremento anual; 4) Muebles, aparatos y accesorios domésticos, con un incremento de 2.19%; 5) Salud y cuidado personal, con 4.15%; 6) Transporte, con 4.25% de incremento anual; 7) Educación y esparcimiento, con 4.23%; y 8) Otros servicios, con un incremento de 4.89%.

¿Y la canasta básica?

De acuerdo con los datos del INEGI, el comportamiento de la inflación relativa a los productos de la canasta básica muestra que en los tres años que van de 2012 a 2015 se tuvieron precios por arriba del promedio de la inflación total del país. En efecto, en 2012 la inflación general fue de 3.57%, mientras que la de la canasta básica se ubicó en 3.97%; en 2013 el diferencial fue mayor, pues el índice general se ubicó en 3.97%, mientras que el de la canasta básica lo hizo en 5.2%; y en 2014 el índice general fue de 4.08%, mientras que el de la canasta básica llegó a 4.66%.

En contraste, en el año 2015, frente a una inflación general de 2.13%, el indicador relativo a la canasta básica se ubicó en 1.01% anual; mientras que al cierre de 2016 el índice general fue de 3.36%, mientras que el de la canasta básica se ubicó en 2.82%.

En el periodo señalado, la inflación general acumulada es de 17.11%, y en la canasta básica es de 17.66%, con promedios de 3.42% anual para el primero y de 3.53% para el segundo.

Las ciudades más caras 

El Índice de Precios al Consumidor se mide, además, considerando a una muestra de ciudades, con base en las cuales estima el promedio nacional. Así, al cierre de 2016, de las 47 ciudades que se consideran en la medición del INEGI, hubo 17 que registraron datos por arriba del promedio nacional. De esta forma, las ciudades más caras en el país fueron: Matamoros, Tamaulipas, con una inflación anual de 5.18%; Tepatitlán, Jalisco, con 5.17%; Ciudad Acuña, Coahuila, con 5.12%; Ciudad Juárez, Chihuahua, con 4.8%; y Mexicali, Baja California, con 4%.

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Los productos más caros 

 De acuerdo con el INEGI, hay una lista de 29 productos y servicios cuya inflación anual rebasó el 5%, considerando como referencia los meses de diciembre de 2015 y 2016. En esa lista, los 10 incrementos más notables son los siguientes: 1) frijol, el cual incrementó su precio en 30.78%; 2) camarón, con un incremento de 25.43%; limón, con 25.7%; 3) el gas doméstico natural, con 22.43%; 4) la manzana, con 21.25%; 5) “otros mariscos”, con 17.97%; 6) nopales, con 16.04%; 7) uva, con 11.09%; 8) atún y sardina en lata, con 8.89%; 9) transporte aéreo, con 9.82%; y el pescado, con 9.16%.

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*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 10-enero-2017, p.7.

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