En abril de 2023 el Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un llamado a los países de la región, y particularmente a los países de Latinoamérica y El Caribe, a “intensificar urgentemente los esfuerzos de vacunación de rutina”, esto ante la evidencia del nivel más alto de brotes de enfermedades prevenibles, en los últimos 30 años.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
De acuerdo con la OPS América Latina es la región del mundo con la peor cobertura de vacunación, pues alrededor de 2.7 millones de niñas y niños en la región no tuvieron acceso a la protección completa de vacunas frente a la difteria, el tétanos, la polio y el sarampión, del cual se registraron algunos brotes en nuestro país en ese año, y que ahora hay una nueva alerta en diferentes espacios pues podría estar registrándose un nuevo brote por la misma enfermedad.
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Lo anterior es importante de ser destacado pues, según el propio organismo, en el 2010, la región de las Américas era la segunda región del mundo con mayor nivel de cobertura de vacunación reportada, mientras que, como ya se señaló, una década después se ubica sólo por debajo de África.
México es uno de los países que en mayor medida han contribuido a profundizar esa tendencia en los últimos años, pues de acuerdo con la información oficial, ha habido una muy importante caída en los niveles de vacunación, tanto en el grupo de menos de 1 año, como en el esquema que abarca al grupo de hasta cinco años.
En ese contexto, el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud reporta que, para el año 2022, hubo 2,532 casos reportados de Sarampión; y hasta la semana 52 del 2023 se tuvo un registro de 2,208 casos. El acumulado hasta la semana 4 de este año 2024 es de 104 casos, cifra relativamente similar a la registrada para el mismo periodo del 2023, cuando se contabilizaron 102 casos.
Por otro lado, sobre la Enteritis debida a Rotavirus, en 2023 se tuvo un registro de 1,012 casos, frente a 792 que se contabilizaron en el 2022, es decir, un incremento de 27.7% en sólo un año. Asimismo, en 2023 hubo 155 casos de Tos Ferina, dato que contrasta con los 44 casos del 2022; esto representa un incremento de 252% en un solo año y debería ser motivo de alerta en el Sector Salud.
Sobre la Meningitis Meningocócica, en 2023 hubo 31 casos, frente a 11 registrados en el 2022, es decir, prácticamente el triple de lo registrado en el año previo. Y aunque en términos absolutos parezcan “pocos casos”, en realidad debe ponerse una atención muy seria porque podrían generarse brotes de padecimientos que ya se consideraban en ruta de ser erradicados.
Siguiendo con la lista de enfermedades prevenibles por vacunación, la secretaría de Salud reportó, para 2023, un total de 136 casos, frente a 39 registrados en todo 2022; y de Viruela Símica, 312 casos en 2023, siendo un brote completamente nuevo para el país en el año 2023.
En el caso de la varicela se reportaron 41,198 casos en el año 2023, frente a 34,759 contabilizados en el año 2022. Esto significa un incremento de 18.52% en sólo un año; y en este caso específico resulta de singular relevancia porque contraer varicela predispone a las personas a padecer herpes zoster en la edad adulta, enfermedad que también puede prevenirse por vacunación, pero de lo cual se tiene escasa información para determinar el nivel de cobertura en personas mayores de 50 años.
Por otro lado, se encuentran los casos de la Hepatitis Vírica A y B. De la primera, en 2023 se registraron 6,977 casos, frente a 4,201 del 2022; es decir, 66% más entre ambos años; mientras que de la del tipo B, el registro fue de 830 casos en 2023, frente a 611 del 2022, lo que equivale a un crecimiento de 35.8% entre ambos periodos.
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Como se observa, hay un amplio número de padecimientos en los cuales los casos de enfermedad notificados y confirmados por el Sector Salud tuvieron incrementos muy significativos; y al mismo tiempo, la reducción de los presupuestos para el Programa Nacional de Vacunación que se ha dado en los últimos años ha llevado a reducciones importantes en ámbitos donde se tenían avances relevantes.
Los retrocesos que se han dado en esta materia van en contra del principio de progresividad de los derechos humanos, pues el hecho de que se reduzcan coberturas de vacunación, para las personas de todas las edades, pero particularmente en los grupos de edad más pequeños, constituye un despropósito mayor, por las afectaciones específicas a cada una o uno de ellos que no recibe cobertura completa, pero también por el impacto que tiene a nivel global en el ámbito de la salud pública de nuestro país.
Debe decirse que el Programa Nacional de Vacunación es una de las políticas más relevantes que ha construido el Estado mexicano en las últimas décadas y en cuya construcción participaron personas ejemplares, como lo fue sin duda alguna el gran Doctor Jesús Kumate. Y esa es una de las cuestiones que no deben dejarse de lado en la discusión pública, porque de lo que se trata es de avanzar en la consolidación institucional del país, protegiendo y mejorando las mejores prácticas que hemos generado para la protección de la salud de las personas.
Regatear recursos para cubrir los esquemas completos de vacunación de niñas y niños es un acto de mezquindad presupuestal, pero también de una visión obtusa respecto de un proyecto de país de plena realización de los derechos sociales. Lo exigible, ahora y siempre, será avanzar hacia una auténtica universalización, y no permitir, por ningún motivo, que esta sea la causa de que cualquier niña o niño se quede atrás en sus oportunidades de desarrollo.
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