Escrito por 12:00 am Agendas locales, Especial

La migración en Oaxaca

por Rufino Domínguez Santos

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En Oaxaca hay cuatro tipos de migrantes:

1 Internos en el estado

Son quienes van a la región del Papaloapan al corte de caña, piña, plátanos, etcétera; a la costa a cortar limón, coco, papaya, algodón, entre otros; y a los valles centrales a trabajar en los campos, en servicios o comercio ambulante. Estimamos que hay 30,000(I) personas migrantes internas que tienen problemas de salud pues viven en condiciones insalubres por falta de una vivienda digna, con dificultades para que sus hijas e hijos puedan acceder al sistema educativo, y que además enfrentan la discriminación si son indígenas y no hablan bien el castellano.

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2 En tránsito

Pasan por Oaxaca, particularmente por el Istmo de Tehuantepec, la Sierra Mixe y la costa y han tenido problemas serios de violaciones a sus derechos humanos por parte de bandas de criminales del lugar, algunos policías municipales, estatales y federales o en ocasiones de su misma gente en los países de origen, pues hay quienes salen huyendo de la violencia.

Estas personas muchas veces son discriminadas  por su condición migratoria por parte de la gente de las comunidades por donde transitan y algunas autoridades municipales. Se estima que pasan por Oaxaca entre 3,000 y 5,000(II) personas al mes.

En este aspecto, desde el principio de la administración encabezada por Gabino Cué Monteagudo, y en colaboración con los tres niveles de gobierno, con el propósito de  disminuir las violaciones a los derechos humanos de los migrantes y sus familias en tránsito se instaló el Grupo Beta en Ciudad  Ixtepec.

Gracias a ello existe una mayor vigilancia en la ruta migratoria por parte de la policía estatal y hay una disminución significativa de esas violaciones. Para reforzar el respeto hacia los derechos de la familia migrante en tránsito se han realizado pláticas de sensibilización dirigidas a los habitantes del lugar.

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3 Internos en México

Viven y trabajan en la Ciudad de México, Sinaloa, Sonora, en la península de Baja California, entre otros. Estimamos que hay más de 300,000(III). Los migrantes que están en el noroeste del país laboran en los campos agrícolas en la plantación y cosecha de jitomate, berenjena, chile, pepino, col, fresas, etcétera. Tienen muchos problemas de discriminación por su estatura, color de piel y los indígenas que hablan su idioma milenario también; algunos de los niños, las niñas y adolescentes migrantes no asisten a la escuela por contribuir con el gasto familiar.

Las viviendas en que habitan son galeras de láminas construidas en los campos agrícolas con cuartos de cinco por ocho metros, en donde viven de dos a cuatro familias; algunos no cuentan con agua potable ni luz eléctrica y no tienen baños privados para hacer sus necesidades fisiológicas. Los cuartos están llenos de humo porque ahí cocinan las personas en fogones, el piso es de tierra y algunos con pulgas.

Hay campos agrícolas que parecen “campos” de concentración porque hay vigilantes armados en la entrada de los mismos, quienes restringen la entrada a quienes no sean trabajadores.

Los problemas laborales también son visibles ante la falta de pago de sus salarios en tiempo y forma, engaño por parte de los reclutadores que traen gente desde Oaxaca con la promesa de trabajo y cuando llegan a los lugares de destino son abandonados.

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Cada año ocurren accidentes de los autobuses que los traen desde Oaxaca y muchas veces no se hace la justicia de auxiliarlos con atención médica o alguna compensación económica por pérdida de trabajo o discapacidad.

4 Internacionales

Viven y trabajan en los Estados Unidos. Se estima que hay un millón y medio, y siguen migrando porque las condiciones económicas y las oportunidades de trabajo, no existen en las comunidades de origen;  hay quienes deciden migrar porque es una tradición  familiar y lo ven como algo común.

Para poder pasar tienen que pagar entre 5,000 y 10,000 dólares para el coyote, pollero o traficante de humanos, si es que bien les va, si no son extorsionados y secuestrados por esas personas para pedirles más dinero o amenazados de regresarlos a México o matarlos.

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Quiénes ya viven en los Estados Unidos tienen innumerables problemas, empezando por el idioma inglés para pedir trabajo, comida, vivienda, etcétera. El acceso a la salud, la educación y los servicios sociales de los gobiernos locales son limitados por el idioma o por no tener los documentos migratorios en regla para ejercer esos derechos humanos.

Tampoco están exentos de problemas laborales, pues los patrones no les pagan el salario mínimo federal y estatal en muchos de los casos o simplemente no pagan a sus trabajadores, bajo el argumento de que no cuentan con documentos que acrediten su estancia legal en ese país, sabiendo que no podrán demandarlos en las cortes por no hablar inglés y por carecer de documentos en regla.

Muchos de los trabajadores ignoran sus derechos para demandar a sus patrones, como tener intérpretes en sus idiomas, incluidos las lenguas indígenas y de otras partes del mundo.

Debido a su condición, los migrantes y sus familias enfrentan la remoción y repatriación de la frontera norte de México a diferentes comunidades de origen en Oaxaca;  unos son deportados por el gobierno de Estados Unidos, otros no logran cruzar y son regresados a sus comunidades, si es que así lo desean. El gobierno del estado de Oaxaca, través del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) paga su transportación en cualquier punto de la frontera norte a Oaxaca.

No obstante, la migración no ha cesado y un indicador de que sigue es con las repatriaciones. En 2011 fueron repatriados 28,889(IV) personas; en 2012 lo fueron 26,830. En estos dos años, Oaxaca ocupó el segundo lugar nacional. En 2013 fueron 21,616 personas, pasando Oaxaca al cuarto lugar a nivel nacional. Estas tendencias siempre van a la baja de manera consistente. De enero a mayo de este año van 8,151 personas, comparando esta cifra con el mismo periodo del año pasado es menor, pero aún sigue siendo alta.

Un problema de la migración indocumentada son los casos de personas que han fallecido en el intento de cruzar a los Estados Unidos. De enero a la fecha de este año se han registrado siete (V) casos, de ellos seis fueron por deshidratación y uno por homicidio.

De manera alarmante ha subido el número de quienes son encarcelados por reingreso ilegal, los cuales suman 22 de enero al 8 de julio, quienes hacen caso omiso a las órdenes de remoción o deportación por parte de las cortes de los Estados Unidos.

Aunado a ello, hay 10 personas declaradas desaparecidas en el presente año por sus familias, a quienes se está tratando de localizar por diferentes medios.

Algunos retos y desafíos

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El indicador de las repatriaciones humanas de la frontera norte de México a Oaxaca va a la baja, pero significa más presión y demandas sociales por parte de las comunidades de origen ante el gobierno del estado para crear condiciones de oportunidades de trabajo para ejercer el derecho a no migrar y no seguir arriesgando la vida y la integridad física. Hay dos importantes programas que merecen más recursos económicos para atender esta presión.

Uno es el Fondo de Apoyo a Migrantes (FAM), que son pequeños recursos para crear microempresas de autoempleos y empleos en las comunidades de lo que la gente ya sabe hacer. Este programa, a pesar de que el recurso destinado es poco, ha hecho un impacto positivo en las familias.

En 2011 invertimos en Oaxaca la cantidad de 3,321,615(VI) pesos; para 2012, fueron 9,5 millones; y para 2013 y el presente año son 7,275,318 pesos. Este recurso no es suficiente para atender a más de 1,200 proyectos presentados tan solo este año. A nivel federal se debe incrementar la cantidad para beneficiar a un mayor número de beneficiarios.

El otro es el conocido Programa 3×1 para Migrantes. En 2011, el gobierno del estado invirtió $11,602,018.45(VII) pesos, sumando al gobierno local, federal y migrantes fue de $46,411,953.79 pesos. En 2012 fue de $58,896,072.72 pesos divididos en partes iguales, y para 2013 fue de $69,900,036.43 pesos de los cuatro aportantes.

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El presupuesto federal para este programa fue recortado y no debería de ser así porque los migrantes y sus familias aportan de su bolsa con el sudor de la frente para contribuir al desarrollo.

En este programa los municipios y los migrantes deben priorizar en trabajar en el desarrollo económico, generar empleos y producción, y no solamente en obras públicas, como tradicionalmente ha sido.

Tres años llevo hablando de esto y solamente hay tres proyectos productivos, uno por año. Otra área sumamente importante es hacer proyectos con becas escolares del mismo programa, para que la niñez y juventud continúen con sus estudios después de terminar la primaria y no sigan migrando; estas son las oportunidades de mejorar las condiciones en las comunidades de origen. •

Referencias:

I. Estimaciones del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM)

II. Grupo Beta de ciudad Ixtepec, Oaxaca.

III. Estimaciones del IOAM

IV. Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) y Gobierno de Estados Unidos.

V. IOAM 2014

VI. Datos del IOAM

VII. Datos del IOAM

Rufino Domínguez Santos
Director General del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante.
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