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Una consulta denegada

La participación ciudadana, la consulta ciudadana como recurso para imponer contrapesos al ejercicio caprichoso del poder público, es una posibilidad negada a los guanajuatenses. Nuestra caduca ley de 2002 fue concebida para ser inaplicable por parte de la ciudadanía. La prueba más evidente es que en estos veinte años no se ha concretado ninguna iniciativa que surja del común de la sociedad. El único ejercicio plebiscitario surgió de la solicitud de la propia autoridad cuestionada, el ayuntamiento de Guanajuato, en 2010. Sólo se requirió de un simple oficio.

Escrito por:  Luis Miguel Rionda

En cambio, a la sociedad organizada se le imponen condiciones exageradas, por lo que sus solicitudes han sido sistemáticamente rechazadas por el instituto electoral local (IEEG). Como ejemplo, recuerdo cuando a principios de 2019 un grupo de sanmiguelenses intentó promover un plebiscito en contra de la intención del ayuntamiento de colocar parquímetros en las calles de su ciudad, patrimonio cultural de la humanidad. En junio se les “dio palo” —así dicen los abogados— por no cumplir los barrocos requerimientos enlistados en los artículos 44 y 45 de la obtusa ley. En cambio, el ayuntamiento levantó su propia consulta “patito” para justificar la medida.

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En Guanajuato capital, la exdirectora del Museo de las Momias y hoy regidora de Morena, Paloma Robles, ha logrado el avance más sustancial en el proceso de realizar un plebiscito sobre la intención del actual ayuntamiento de construir un shopping mall en el que el “ancla” serían las manoseadas y ultrajadas momias que hoy “descansan” en el panteón de Santa Paula. Desde 2019 Paloma ha terqueado sobre el tema, preocupada por la visión ignorante y prosaica, propia de mercader, del bisoño alcalde, aquél que se hizo famoso a nivel nacional por sus declaraciones clasistas sobre los turistas precarios.

En dos momentos distintos, Paloma y sus alegres secuaces, sus “momiamigos”, lograron reunir 6 mil 805 apoyos expresados mediante cédulas en papel; un 57.7% más de los 4 mil 314 requeridos, el 3% del padrón electoral del municipio. Sin embargo, el IEEG, con base en un dictamen del Registro Federal de Electores del INE, desconoció 2 mil 366 apoyos. No se han informado las causales para desechar esos registros. Me atrevo a pensar que, como los respaldos fueron emitidos en papel y no mediante la aplicación del INE, pudo haber errores de trascripción al formato electrónico que el instituto nacional exige. Pero no tuvo consecuencias: se reconoció la validez de 4 mil 439 firmas, un 2.9% más del mínimo requerido.

Todo parecía encaminado al éxito de esta iniciativa ciudadana. Pero inopinadamente el sábado 26 pasado la Comisión de Participación Ciudadana del IEEG emitió su acuerdo 02/2022, en el que declaró la “improcedencia” del plebiscito. Esto lo fundamenta en que “el plebiscito pretende ser vinculado con la autorización de la contratación de financiamiento por parte del municipio de Guanajuato para el proyecto de inversión identificado como Nuevo Museo de las Momias, aprobación que en modo alguno [sic] se dio en la sesión ordinaria siete del 21 de enero de 2022”. Sigue una argumentación rocambolesca que le ahorro al lector, pero en síntesis se afirma que se trata de un hecho consumado porque el endeudamiento se aprobó en el ayuntamiento desde agosto pasado. En suma: palo dado, ni Dios lo quita.

Siempre me ha sorprendido cómo muchos abogados, en particular los electorales, pueden ablandar o endurecer sus interpretaciones de la norma. Cuando así conviene, son letrísticos y formales; cuando la línea va en otra dirección son heurísticos, indulgentes y amplios de criterio. Con gran facilidad olvidan el principio pro-persona, la ética y la propia justicia.

Hoy percibo que hubo un cambio de actitud institucional, claramente inducido por actores externos. La causal de la negativa se conocía desde el inicio. Pudo haberse atajado oportunamente, y evitarle así a los ciudadanos el enorme desgaste que implica el trabajo de campo. Sospecho que hubo un proyecto de acuerdo previo en sentido positivo a la consulta, que fue desechado. La sobre argumentación del texto aprobado dice mucho.

Es clara la falta de empatía con las iniciativas ciudadanas. Mal mensaje. Lo lamento mucho.

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Frase clave: Una consulta denegada

(*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León, Departamento de Estudios Sociales. luis@rionda.net ­– @riondal – FB.com/riondal – https://luismiguelrionda.academia.edu/ –­ https://rionda.blogspot.com/

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