Escrito por 12:00 am Especial, Medio Ambiente

El gas en el hogar

por Nicolás Rodríguez Martínez

Los seres humanos utilizaban la leña, el carbón y la querosina como combustibles para la cocción de sus alimentos; posteriormente, la industria petrolera descubrió nuevos productos que contribuyeron al desarrollo industrial y se incorporaron en el uso doméstico el Gas Natural y los Gases Licuados del Petróleo


¿Cuál es la diferencia?

El Gas Natural está constituido principalmente por metano (la molécula más simple de los hidrocarburos), su formula química es CH4 y se obtiene en conjunto con la producción del petróleo crudo –a éste se le denomina gas asociado– y en campos donde sólo se obtiene gas –al que se le conoce como gas no asociado–, que es acompañado con algunos hidrocarburos líquidos, llamados en la industria petrolera como líquidos del gas.

Además, es un gas a temperatura ambiente, inodoro e incoloro, y más ligero que el aire, por lo que al ocurrir una fuga, éste asciende a la atmósfera. Para facilitar la identificación de su presencia por fugas se adiciona un compuesto odorizante a base de azufre que permite de esta  manera identificarlo, esto ha dado origen a la expresión “Huele a Gas”.

En años recientes se ha iniciado un nuevo procedimiento de comercialización del Gas Natural, éste se denomina el Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés); el LNG es el Gas Natural refrigerado a temperatura muy baja (cercana a los -160 °C), logrando con ello reducir su volumen, para así facilitar su transporte de otras latitudes a los centros de consumo.

Por otro lado, los Gases Licuados del Petróleo (LPG, por sus siglas en inglés), como se le conoce en la industria petrolera, son una mezcla de propano (hidrocarburo con tres átomos de carbón, cuya fórmula simplificada es C3H8) y butano (hidrocarburo con cuatro átomos de carbono, cuya fórmula simplificada es C4H10); son inodoros e incoloros, más pesados que el aire y, por tanto, al presentar una fuga, los vapores se dispersan a nivel del piso, en forma similar que el Gas Natural, y se le adiciona un compuesto odorizante a base de azufre para facilitar la identificación de su presencia al presentar fugas. El LPG está compuesto por gases que, bajo las condiciones de presión en las que se almacenan, logran pasar a su forma líquida, reduciendo de esta forma el volumen que ocupan.

En México, es LPG es el combustible de mayor consumo en los hogares, en tanto que el Gas Natural es el segundo en importancia en uso para este sector.

El cambio de la Querosina al LPG y el Gas Natural

En México, entre los inicios de la industria petrolera hasta el presente, los hogares mexicanos realizaban la cocción de sus alimentos usando un derivado del petróleo conocido en el ámbito internacional como querosina (kerosene, por su nombre en inglés); en nuestros país se le denominó petróleo diáfano, que presentaba en su apariencia física un color morado.

Las estufas que sustituyeron a los fogones de leña y carbón tenían en uno de sus extremos un recipiente de vidrio, el cual alimentaba a los quemadores para así realizar la cocción de los alimentos; también se empleaba para impregnar aserrín, que se comercializaba con el nombre de combustible en bolsa de papel, cuyo destino era la calefacción del agua para los baños en los hogares.

Paulatinamente, las estufas que usan LPG fueron desplazando a las de petróleo, uno de los cambios fundamentales fue la sustitución de los recipientes de vidrio de la estufas de querosina por los cilindros o tanques de gas, los cuales tenían diferentes capacidades y esto daba como resultado una mayor autonomía en el suministro para los hogares; asimismo, aparecieron los calentadores de agua para los baños que usaron como combustible el LPG.

En la actualidad, en nuestro país no se comercializa la querosina para uso doméstico, para tal fin se oferta el LPG o el Gas Natural, este último no requiere de recipientes para su almacenamiento, así que las tuberías que lo transportan se convierten en equivalencia a los tanques de almacenamiento del LPG.

Es menester mencionar que en México, en muchas regiones rurales, por cuestiones económicas, los habitantes no tienen los recursos y la accesibilidad a la adquisición de LPG, y siguen cocinado con leña o carbón.

Las condiciones en que se utilizan la leña o el carbón como combustibles en los hogares rurales son un problema de salud pública en nuestro país, en razón de que no se cuenta en los hogares con las condiciones apropiadas para el desalojo de los gases de combustión y se mezclan y se respiran: se introducen al tracto respiratorio de partículas finas que se acumulan en las vías respiratorias y en los alveolos pulmonares, originando diferentes enfermedades que van desde el enfisema hasta el cáncer.

Existen soluciones para resolver estos problemas de salud pública: una alternativa es emplear estufas solares que eliminan en su totalidad las emisiones de gases de combustión; otra es modificar los fogones de las cocinas para canalizar los gases de combustión producidos por la leña o el carbón a través de conductos que los expulsen de las cocinas, evitando de esta forma la contaminación del aire interno.

También habría que evaluar la factibilidad de usar la energía solar a través de celdas fotovoltaicas para producir energía eléctrica y con ella utilizar estufas eléctricas para la cocción de alimentos y la calefacción del agua. Esta solución es viable en aquellas regiones rurales de difícil acceso y con ella se dota a los pobladores de servicio de energía eléctrica y se resuelve en forma integral el problema.

Finalmente, agradezco al lector la oportunidad de establecer con él esta breve reflexión sobre el empleo de los derivados del petróleo en las actividades domésticas de los seres humanos de nuestro país.•

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