Escrito por 12:00 am Investigaciones, Salud

Envejecidos y sin pensión

De acuerdo con el informe Panorama Social de América Latina, 2017, elaborado por la Cepal, pese a que la población latinoamericana está envejeciendo rápidamente, no en todos los países de la región se tiene garantizado el derecho a la seguridad social, lo que implica un reto mayúsculo en materia de acceso a los sistemas de pensiones, mismo que actualmente se caracteriza por ser segmentado y limitado, y cuya ausencia agudiza la desigualdad, la pobreza y la vulnerabilidad de las personas


Una población que envejece

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en América Latina y el Caribe por primera vez el número de personas mayores de 60 años es mayor que el de niños, niñas y adolescentes menores de 15 años, y este ritmo se mantendrá hasta el año 2080.

Por un lado, los datos revelan que en la región entre 2015 y 2040 habrá un crecimiento anual de 3.4% en el número de personas de 60 años o más (es decir, casi de 87 millones de habitantes), mientras que el incremento de las personas de 20 a 59 años será de 0.5% anual (63 millones). Por el otro lado, la población menor de 20 años tendrá una reducción de 26 millones de personas en 2040, lo que implica que disminuirá 5% cada año.

En este contexto, los retos para los Estados en materia de pensiones se incrementan al contar con más personas de 60 años o más, ya que deben implementar políticas públicas que estén enfocadas en la prevención de los efectos de un rápido envejecimiento. Los gobiernos deben estar preparados para atender las demandas de la población que envejece y necesita que sus derechos sean garantizados.

Población America Latina Caribe.png

Los más y los menos

El informe incorpora un índice[1] que muestra la evolución del envejecimiento en la región, de acuerdo con el cual el grupo de países en los que este proceso se encuentra más avanzado en la actualidad, con un índice superior a 90, es el integrado por los siguientes países: Martinica, que también incluye a Guadalupe, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Cuba, Curacao, Puerto Rico, Barbados, Aruba y Uruguay y Cuba. Este último será el país más envejecido de la región a partir del año 2040.

El segundo grupo (con un índice de entre 50 y 90) lo integran: Chile, Trinidad y Tobago, Santa Lucía, las Bahamas, Costa Rica, Argentina, Jamaica y Brasil.

El tercer grupo (índice de 35 y 50) presenta un envejecimiento más moderado: Colombia, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, El Salvador, Panamá, Granada, Suriname, Perú, México, Ecuador y Venezuela.

El último grupo (índice inferior a 35), donde el envejecimiento será el menor, lo conforman: República Dominicana, Paraguay, Bolivia, Guyana, Nicaragua, Guayana Francesa, Haití, Honduras, Belice y Guatemala.

indice envejecimiento

 Las mujeres viven más

De acuerdo con los datos de la Cepal, en los últimos 65 años el promedio de vida de los habitantes de América Latina y el Caribe aumentó 24.4 años. Cabe mencionar que este incremento va a acompañado de los avances de la medicina y los servicios sanitarios.

Según el informe, la población de la región pasó de tener una esperanza de vida al nacer de 51.3 años entre 1950 y 1955, a  una 75.7 años en el periodo de 2015 a 2020. Este incremento, sostiene el informe, se explica en parte por la reducción en la mortalidad de la niñez y el aumento de la longevidad.

En 1950, únicamente 0.4% de la población de América Latina y el Caribe se encontraba en el rango de personas con edad muy avanzada, mientras que para 2017 esta cifra se ha cuadruplicado, al alcanzar el 1.8%. Los datos de la Cepal revelan que para el año 2075 al menos una de cada 10 personas tendrán más de 80 años.

Cabe destacar que, de acuerdo con la Cepal, la región se caracteriza por una feminización de la población adulta mayor. Entre 1950 y 1955 la sobremortalidad masculina aumentó entre tres y cuatro años, pero en la actualidad esta ha incrementado a más de siete años, por lo que existe una mayor presencia de mujeres en los grupos de edades avanzadas, como lo muestra la siguiente gráfica:

Esperanza de vida y crecimiento de la población femenina en América Latina y el Caribe 1950-2090

Pobalcoion M.png
Poblacion F.png

                              Fuente: Elaboracion propia con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Sobre la base de Naciones Unidas,                                                              “World Population Prospects: The 2017 Revision”, 2017 (en línea) https://esa.un.org/unpd/wpp/Download/Standard/Population/

Lo que este panorama refleja es que la mayoría de los países de la región enfrentaran grandes desafíos sociales y económicos, ya que la población en edad avanzada demandará sus pensiones y servicios de salud de calidad.

Los gobiernos, como parte de su responsabilidad, deben también proporcionar servicios públicos, como residencias, a las personas de edad avanzada en donde se les cuide y se les dé una atención de calidad. Sin lugar a dudas, esto representará un desafío para las finanzas gubernamentales.

Pensiones para la igualdad

De acuerdo con el informe, no existen soluciones “estrictamente demográficas” que puedan retrasar el envejecimiento, ya que en el caso de las políticas pronatalistas, éstas: 1) no coinciden con el enfoque de derechos humanos y 2) sus efectos no pueden ser sostenibles en el mediano y largo plazo.

Frente a lo anterior, se sugiere que la solución debe estar enfocada en “la planificación de largo plazo y el desarrollo de políticas públicas que interpreten los procesos demográficos”, por lo que los nuevos gobiernos no deben presentar cambios en estas políticas, sino que todos los países deben adoptar una perspectiva de largo plazo.

Conforme crezca la proporción de personas mayores, aumentará también la presión sobre los recursos de los sistemas de reparto, lo cual podría representar un desafío para la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones de la región. De esta manera, la CEPAL sugiere a los Estados que consoliden sus sistemas de pensiones de cobertura universal, en donde la garantía de la igualdad no debe considerarse una “quimera”, sino un objetivo posible y progresivo en su alcance.

[1] El índice de envejecimiento expresa la relación entre la cantidad de personas mayores y la cantidad de niños, niñas y jóvenes. Se calcula como el cociente entre las personas de 60 años y más con respecto a las personas menores de 15 años, multiplicado por 100

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