Durante muchos años, esta obra de Hieronymus Bosch (El Bosco), estuvo expuesta en el Museo Nacional del Prado de España, como un cuadro más, colgado en una pared. Sin embargo, fue hasta que las y los expertos notaron que el cuadro contenía una inscripción, en la que se leer “una mesa”, se dieron cuenta de que la forma correcta de exponer la obra era en una posición horizontal.
Se trata de una de las obras más ricas de El Bosco, en la que expresa su genialidad al concebir una obra para ser vista de pie y hacia abajo, y no de frente o hacia arriba, como tradicionalmente se creaba la mayoría de los cuadros.
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A diferencia de otras obras del autor, en las que reina el caos, en esta se tiene una estructura completamente ordenada, y expuestos en una estricta lógica de composición, orientada con inscripciones escritas en Latín.
En la obra se encuentra la figura de cristo, como Barón de Dolores, y en su entorno se ilustran los siete pecados capitales, entre las que destaca la ira, que es origen y causa del resto de los pecados.
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