Escrito por 3:00 am Contenido, En Portada, Fernando Székely Aburto, Investigaciones, Pobreza, Violencia

Estado en retroceso

En muchas cosas México va en retroceso. Y sí, a veces damos un paso adelante, pero igual salen de todos los rincones del Estado personajes que quieren que demos dos pa’tras.

Que alguien les avise a nuestros políticos que no estamos en el siglo XVIII.

Puedes seguir al autor Fernando Székely Aburto en Twitter @Szekelyaburtoro

Este gobierno nada progresista no se preocupa por lo que demandan los jóvenes, que son los que van a tener que vivir las consecuencias de sus malas decisiones.

Pero además nuestros legisladores imprimen sus morales prehistóricas en las iniciativas de Estado sin darse cuenta a cuanta gente se llevan entre las patas en el proceso.

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Reformar lo innecesario

Puedes contar con la mitad de los dedos de una mano lo que EPN hizo bien. Pero la neta la Reforma Energética sí iba en el camino correcto.

Y ahora el mártir de Palacio quiere echarla para atrás. Es el rebuzno más reciente de nuestro gobierno burro.

Aunque hemos llegado a un punto en el que, como humanidad, urge empezar a usar energías renovables, aquí los que tienen el poder le apuestan a las energías marranas.

La mayoría de los países del planeta ya van por lo verde, y acá ya estábamos en esas, pero ahora resulta que a López y a Manuel el Dinosaurio les conviene más que sigamos explotando lo que un día se va a acabar.

Aquí urge que el Estado sea menos poderoso, porque ya hemos visto cómo se comportan las personas al mando cuando les damos todo el control.

Pero los mexicanos nos despertamos cada día con un gobierno con más facultades y más capacidad de hacer lo que quiere. Esto de la Reforma Energética es como darle esteroides al Leviatán.

Los derechos humanos

Los derechos humanos nunca han sido tan importantes como hoy. Cada vez más países condenan el autoritarismo, el abuso de poder, la censura, la violencia y la intimidación.

Entonces, ¿qué hace López Obrador? Cotorrea con los líderes más autoritarios, abusadores, violentos y casi psicópatas del continente como si estuviera chupándose unas chelas con el Pío (pídete otras dos, no, mejor cuatro, al final las está pagando el Verde.)  

En la reunión de la CELAC en la que se juntó el ‘quién es quién’ de los déspotas latinos y caribeños, el Señor Don Tabasco no dijo una sola palabra en contra de la forma de gobernar de Miguel Díaz-Canel (invitado de honor a las conmemoraciones de independencia), Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

¿Qué íbamos a esperar de un vato que defendió a Félix Salgado Macedonio y a Saúl Benjamín Huerta?

Aquí con tal de que tengas algún tipo de poder se te respeta y hasta se te adula. No importa cómo lo hayas ganado o qué hayas hecho con él.

Por si no te habías dado cuenta, a la Perla de Macuspana, Señor Transformaciones, Don Manipulo Libros de Historia de la SEP, Míster Pemex, la libertad de expresión, la igualdad, y el respeto humano le importan una nada.

Panistas que dan pena

En los últimos meses este país ha avanzado algo en cuestiones de género. Las mujeres siguieron marchando y peleando por sus derechos.

Se fijó el precedente para despenalizar el aborto y se anuló la objeción de consciencia.

Y, como era de esperarse, salieron de la capilla, en tropel, panistas a defender sus morales pasadas de moda.

Las cuestiones del aborto y la objeción de consciencia dividen de lo polémicas. Lo que necesitamos es diálogo y debate porque este tema afecta a mucha, mucha gente.

Pero tus villanos favoritos de la política, la mayoría del PAN, se han expresado en contra de las dos iniciativas de formas tan agresivas que no dejan espacio para dialogar.

Elsa Méndez dijo que lo del aborto es “legitimar el asesinato libre e impune de seres humanos inocentes en el vientre materno”, a lo que se le sumaron panistas como Oscar Cano Mondragón.

Héctor Larios Córdova (PAN, por si no te lo imaginabas ya) llamó a defender la vida porque lo de la objeción de consciencia es algo ‘lamentable’.

Por más que le repugne a este tipo de individuos, tenemos que hablar de todas estas cosas porque hay mujeres y niñas que sufren o que han sufrido. Hay personas para las cuales el aborto es cosa de vida o muerte.

Pero el diálogo tiene que ser abierto, tolerante y empático; no se puede rechazar a rajatabla lo que piensan y sienten los demás.

No hay cabida para discursos hostiles que no admiten contrapropuestas. No hay cabida para políticos que no se preocupan por lo que expresan los ciudadanos.

Política estancada

Mientras sean los políticos de siempre los que decidan cómo vivimos, aquí los avances van a ser marginales. Y es que a estos vatos no les vienen nada bien los reacomodos sociales e ideológicos.

Más estancados que nuestras instituciones están los señores que dizque trabajan en San Lázaro.

Falta solidaridad en este Estado. Faltan gobernantes que genuinamente empaticen con las necesidades de las personas, aunque sean diferentes a las suyas.

Y urge la participación de jóvenes que todavía no hayan sido pervertidos por la maquinaria estatal.

Que nuestros representantes entiendan que las cosas han cambiado y que, como ya pasa en muchos países del mundo, las formas de gobierno tienen que cambiar también.  

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